Obituarios de un no-país — video a Alejandro Aguilar

domingo, 30 de marzo de 2008

ICONOGRAFIA RELIGIOSA DEL ESTADO APURE

Fotografias: Arturo Alvarez D'Armas*



Iglesia Catedral de San Fernando







Jesus en el Huerto
















La Dolorosa






























Jesus en la Columna
















Virgen de la Soledad

















Nazareno de San Fernando





Imagenes del Nazareno de Achaguas

















































Imágenes de la Iglesia de San Juan de Payara










Virgen de La Candelaria
















San Juan Evagelista







*Bibliógrafo, poeta y estudioso de temas negroides y africanos.

EN BARINAS


Edgardo Malaspina*






JUEVES, 6 DE MARZO

Viajamos a Barinas al Encuentro Nacional de la Red de Escritores de Venezuela. Salvador Lara, Ángel Puerta y yo partimos en un carro expreso. Juan Toro, un profesor jubilado, es el chofer, quien además ameniza la velada con unos videos del Conde del Guacharo y el Tarugo de la Caimana. Muy vulgar el tal Tarugo.

En 8 horas llegamos y nos alojamos en el hotel Las Ferias, ubicado, según me parece en la periferia.
Después de la cena nos reunimos en la Casa de la Cultura. Allí , entre petroglifos indígenas, el acontecer político es el plato fuerte. Algunos escritores pronuncian encendidos discursos a favor de la revolución. Un poeta recita sus versos:
Yo no leo periódicos golpistas
yo leo Vea.
Yo no veo programas de televisión golpistas
yo veo la Hojilla.
¡Tierno, tierno, muy tierno! Luego un escritor habla de defender el proceso con acciones; vamos a la plaza a gritar nuestras consignas, insta. Dice estas cosas y las sigue con una retahíla de improperios que dejarían pálido al propio Tarugo de la Caimana.

Leen un manifiesto contra Uribe, pero los apoyos son tibios. Tan tibios que uno de los participantes vociferó: ¿qué pasa camaradas, donde están esas manos alzadas?

El Dr. Pedro Pablo Linares me obsequia su libro sobre los guerrilleros desaparecidos en los años sesenta. Es un trabajo de arqueología forense serio. Como me médico me le pongo a la orden.

Las discusiones terminan con una velada poética. En la madrugada en los pasillos del hotel retumba una proclama de algún bardo pasado de tragos:
¡Viva la poesía, coño nojoda!

VIERNES, 7 DE MARZO
Estamos en el Teatro Orlando Araujo, cerca de la plaza Zamora. El Dr. Julio Silva me regala su libro “Francisco Lo Russo: un ángel de María Lienza”. Es una obra sobre el culto a la reina indígena en las montañas de Sorte. Francisco estudió con él, y ahora se gana la vida brujeando. Es un hombre muy exitoso, dice Silva. Yo le comentó que me interesa saber más sobre la creencia en María Lienza, por cuanto como médico atendí pacientes que afirmaban haber sido “operados por la reina”. Julio acaba de terminar un libro de entrevistas con José León Tapia. Me dice que el médico y escritor barinés presentía su muerte. Estaba por cumplir ochenta años y se preparaba para celebrarlos por todo lo alto. Murió después de pasar consulta. Sí, a su edad todavía pasaba consulta esa gloria de la medicina y de la literatura.

La poetisa Amanda Reverón me entrega su poemario “de Otros diluvios”. Lo reviso rápidamente y constato su buena calidad. Hago una lectura de exploración.
Me gusta la poesía gnómica, breve, pero con ilimitado horizonte de interpretaciones. El poeta hace grandes esfuerzos y concentra un caudal de ideas en pocas palabras; es un ejercicio difícil donde se pone a prueba la capacidad para resumir. Los poemas de Amanda son voluptuosos. Le digo que ese estilo sólo lo he visto en Safo, y ella se ríe. Veamos:
Naufragio I
Para naufragar
sólo me bastan tus manos.

Naufragio V
Desnuda
breve palabra
que te precede…

Naufragio VII
Un espacio
un milímetro
de tu cuerpo
que me salve
que me lleve hasta la orilla.

Nostalgia IV
Si pudieras
venir esta noche
y treparte por mi cuerpo
cabalgar más allá de mi soledad
detener el tiempo
cósmico
para encontrarte con mis nostalgias
si tu aguacero amaneciera
junto a mis letargos en plena madrugada.

Creo (fragmento)
Creo
En lo sublime del tacto.
-0-
Regresamos. Hablamos de Santa Inés, cerca de Barinas. Algunos historiadores afirman que no fue una batalla, sino una trampa. Pero en todo caso guerra es guerra y lo importante es ganar. Además no se puede negar que Zamora hizo una planificación del combate muy minuciosa con recursos de ingeniería y estrategias y tácticas dignas de un militar de genio.

Salvador recuerda a Anselmo López y su bandola; el profesor Juan dice que Barinas tiene grandes reservas de chiguire; Ángel recita estrofas de Florentino y el Diablo de Alberto Arvelo Torrealba; y yo leo Compañero de viaje de Orlado Araujo.

Contemplo la belleza del llano barinés. Pienso en Araujo y su Compañero de Viaje. Los cuentos son acuarelas locales con resonancia universal. La anécdota está en el centro de la narración para mostrarnos que la buena literatura no tiene fronteras.

Vamos ya por Cojedes. Toro nos muestra una valla curiosa : CURVA ARRECHA, SE MATA LA GENTE POR IMPRUDENTE.
En el mundo de las palabras, a veces las más fuertes tienen mejores efectos. Leo, mientras los versos de Amanda cruzan por mi cabeza.

*Médico, poeta e historiador venezolano.

ANÁLISIS TEÓRICO DE LA OBRA “VILLA DE TODOS LOS SANTOS DE CALABOZO. EL DERECHO DE EXISTIR BAJO EL SOL”


Ubaldo Ruiz*

INTRODUCCIÓN
La decisión de realizar un estudio teórico acerca del trabajo “La Villa de Todos los Santos de Calabozo”, del historiador venezolano Lucas Guillermo Castillo Lara tiene, en nuestro caso, una justificación que trasciende el solo objetivo de cumplir con una exigencia de evaluación. El autor del libro en cuestión fue un estudioso, cuya obra en el campo de la historiografía es tan prolífica que, en número, supera la de la mayoría de sus colegas venezolanos; por lo tanto, la realización de un estudio referido al discurso historiográfico, a la explicación, al manejo del tiempo, y a otros aspectos teóricos, por lo menos al citado libro, debe contribuir en la formación de un juicio crítico, que a su vez, permita valorar la importancia del trabajo que Castillo Lara nos legó. Si su obra es de indudable importancia cuantitativa (referido el término al número de trabajos publicados), sería interesante responder a la siguiente interrogante: ¿cuál es el valor real, que desde el punto de vista teórico, posee el trabajo de Lucas Guillermo Castillo Lara en el ámbito de la ciencia historiográfica venezolana?. El análisis presentado aquí no pretende, desde luego, dar una respuesta acabada a tal pregunta, pero sí arrojar una mirada crítica a la labor del citado historiador; más aun, si consideramos que en el ámbito de la ciudad de Calabozo, y hasta en el estado Guárico, la mencionada obra goza de un prestigio y una fama considerables.
El presente análisis se basará fundamentalmente en la manera cómo el autor ha construido su objeto historiográfico; ¿qué tratamiento le dio a ese objeto de estudio de su trabajo?, si lo consideró como un hecho o hechos “cosificados”, o si le dio el tratamiento de “atributo de otros hechos”. ¿Hasta qué punto consideró los movimientos recurrentes y transformadores que están presentes y modifican a los estados sociales. Igualmente intentamos averiguar cómo ha explicado su objeto; si utiliza un modelo nomológico o nomotético, o un modelo intencional, o uno de carácter teleológico, o si por el contrario, utiliza una explicación “estructural- dinámica”. Así mismo aquí se intenta exponer qué lenguaje utilizó el autor para representar la realidad que corresponde a la referencia empírica de su historia. ¿Hasta qué punto hizo uso del relato?; si se ha basado para ello en el “narrativismo”, tal como lo proponen Paul Ricoeur, Hayden White y otros, en el sentido de intentar imponer “una estructura de relato” al conjunto de acontecimientos que presenta en su obra; o si intenta presentar un “discurso asertivo”.
Antes de comenzar el análisis teórico de la mencionada obra historiográfica, presentamos una información referida al autor, en donde se resaltan algunos rasgos biográficos, haciendo hincapié en aquellos aspectos que, consideramos, nos permiten conocer la formación historiográfica y académica en general del historiador, sus estudios, los cargos que desempeñó, sobre todo en notarías y registros, lo que le facilitó el acceso a la información, que después utilizó para respaldar sus numerosos trabajos; igualmente su acercamiento con la Iglesia Católica. Cuestiones que nos presentan un panorama acerca de su orientación ideológica, que, creemos, se refleja en la manera de abordar la estructuración de, como mínimo, la obra objeto del presente análisis. De forma similar se hace una presentación a grandes rasgos del libro La Villa de Todos los Santos de Calabozo. El Derecho de Existir Bajo el Sol, a fin de expresar un bosquejo muy general del mismo.
ACERCA DEL AUTOR
El doctor Lucas Guillermo Castillo Lara nació en San Casimiro de Güiripa, estado Aragua, el 23 de junio de 1921. Estudió en el Colegio San Francisco de Sales, en Caracas, y Don Bosco, en Valencia, estado Carabobo. Se graduó de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Central de Venezuela, en 1944. Fue hermano, entre otros, del Cardenal Rosalío Castillo Lara.
La labor académica del Doctor Castillo Lara fue ampliamente reconocida, tanto en Venezuela, como en otros países. Fue: Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela, sillón “D”, y Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia de España; además, fue Miembro de Academias de Historia, de Argentina, Guatemala, Bolivia y Puerto Rico; también fue Miembro del Instituto Venezolano de Genealogía, y de los Centros de Historia de los estados Táchira, Vargas y Trujillo.
Desempeñó importantes y numerosísimos cargos, entre los cuales merecen citarse aquí, por su contribución en el conocimiento del personaje, los siguientes: Inspector Nacional de Registros Públicos y Tribunales (1947- 52); Notario Público de Caracas (1952- 53); Registrador Mercantil del Distrito Federal y estado Miranda 1953- 72); Magistrado Suplente de la Corte Suprema de Justicia; Primer Vicepresidente del Consejo Supremo Electoral; Embajador de Venezuela ante la Santa Sede.
Publicó más de 36 libros, y un número similar de folletos y otras publicaciones, de las cuales mencionaremos, por ejemplo, sus obras premiadas, como: Don Fermín Toro, 1943. Premio Academia de la Lengua; Carabobo y un Río de Soles lo Cercaron, 1971. Premio de la Asociación de Ejecutivos de Venezuela; José Laurencio Silva, Viaje Alrededor de una Lealtad, 1973. Premio Archivo General de la Nación; Villa de Todos los Santos de Calabozo, el Derecho de Existir Bajo el Sol, 1975. Premio del Concurso del Concejo Municipal de Calabozo; El Panteón Nacional. Tierra Sagrada, Ejemplo Tutelar, Lección de Gloria, 1976. Premio del Concurso Centenario del Panteón Nacional; Los Mercedarios y la Vida Política y Social de Caracas en los Siglos XVII y XVIII, 1980. Mención Honorífica Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal; Apuntes para la Historia Colonial de Barlovento, 1981. Premio Municipal de Literatura del Concejo Municipal del Distrito Federal; y La Aventura Fundacional de los Isleños, Premio Municipal de Literatura “Manuel Díaz Rodríguez” del Distrito Sucre del Estado Miranda. Premio CONAC de Historia, 1985.
El Doctor Lucas Guillermo Castillo Lara murió en Caracas, en diciembre de 2002.
PRESENTACIÓN DE LA OBRA LA VILLA DE TODOS LOS SANTOS DE CALABOZO. EL DERECHO DE EXISTIR BAJO EL SOL
Esta obra, tal como se refirió anteriormente, fue premiada por el Concejo Municipal de Calabozo en el concurso, que con motivo de la celebración del Bicentenario Quincuagésimo (250º) Aniversario de la fundación de esta ciudad, se realizó en el año 1974. A través de 29 capítulos, y más de 400 páginas, y con profuso respaldo documental, el autor relata una serie de acontecimientos ocurridos en, o relacionados con Calabozo, desde la llegada de los primeros Frailes Misioneros a Venezuela, a mediados del siglo XVII, hasta el ajusticiamiento, en Calabozo, del célebre forajido Guardajumos, en el año de 1802. En sus páginas el autor relata, entre otros acontecimientos, la labor de los Frailes Misioneros en la fundación de pueblos de indios, entre ellos, los que erigieron en la llamada Mesa de Calabozo; pero principalmente, se detiene en los pormenores de la fundación del Pueblo “de españoles” de Todos los Santos de Calabozo; y a partir de allí, destaca elementos, como los nombres y origen de los fundadores del pueblo, así como los de quienes llegaron en los primeros años; los pleitos de los Mantuanos caraqueños, que alegaban ser dueños de las tierras en donde se asentaba la nueva población, contra las autoridades eclesiásticas en un primer momento, y contra las autoridades locales, y gobierno de la Provincia después; el ascenso a “Villa Eximida”, por Real Cédula del Monarca español; los censos que se realizaron a propósito de ese hecho; el traslado de los negros alzados con Andresote, desde los valles de Yaracuy hasta los llanos de Guárico, y la participación decisiva de los Frailes –el fundador de Calabozo, principalmente- en aquellos acontecimientos.
EL OBJETO HISTORIOGRÁFICO EN LA OBRA LA VILLA DE TODOS LOS SANTOS DE CALABOZO
Cuando un historiador se plantea la realización de una investigación Historiográfica, ya tiene preconcebida una idea más o menos clara de lo que pretende explorar y, en consecuencia, comunicar. Muchas veces algunos se proponen llegar hasta “la verdad” de lo que ocurrió; pero esa verdad la conciben como una “verdad histórica”, es decir, que en una realidad social pasada, se presenta, en su complejidad, un tipo especial de hechos que poseen la categoría singular de “históricos”. Entonces, en donde ese historiador busca e identifica “lo histórico”, aquello de lo que se debe ocupar de indagar y “presentar” su historia, es en el “hecho histórico”. Al leer el trabajo que estamos analizando, creemos percibir una orientación en este sentido.
Aunque el autor de la obra objeto del presente estudio no se lo haya propuesto expresamente, lo que él expone en la misma es, ni más ni menos, una “Historia de Calabozo” durante el siglo XVIII. El propio título refleja perfectamente ese objetivo. Una obra que presente el título de “La Villa de Todos los Santos de Calabozo”, es una obra que pretendió indagar y presentar los acontecimientos más importantes ocurridos en este ámbito, durante el citado período. Al hacer un repaso por las páginas del libro en cuestión, lo que percibimos es una secuencia de hechos que siguen un orden cronológico. El autor no se plantea, sino vagamente, y en uno solo de los diecinueve capítulos del libro, el análisis de un estado social, con una estructura, dotada de un movimiento recurrente, que permita captar su funcionamiento como un sistema con una lógica susceptible de ser aprehendida (inteligible, según Aróstegui).
Efectivamente, en el capítulo VIII, titulado Ambiciones e Intrigas Políticas, se intenta relacionar los hechos que afectaban en la época estudiada a Calabozo, especialmente, los pleitos judiciales entablados por los terratenientes caraqueños contra el establecimiento de la población recién fundada en las tierras de pastoreo que aquellos reclamaban como de su propiedad, con la política colonial española de principios del siglo XVIII, la introducida en la Corte de Madrid por la Dinastía de los Borbones; por ejemplo, lo relativo a “la centralización del poder y el auge del comercio”, y como consecuencia de esto último, la lucha contra el contrabando, en cuyo marco se crea la Compañía Guipuzcoana, la cual es tratada en el libro sólo a través de su relación con algunos gobernadores, que afectados por el carácter de esa relación van a actuar tomando partido por uno u otro bando en los mencionados conflictos. Pero tal como hemos expresado, todas estas relaciones no las establece el autor para caracterizar un estado social, que dé origen, mediante su dinámica sistémica a un movimiento transformador que, a su vez, conlleve a un “estado resultante”. Aquí no se percibe el acontecimiento como “un par de estados sucesivos”, como planteó G. H. Von Wright. Después que el autor formula todo este entramado de relaciones, continúa durante toda la obra relatando hechos, todos ellos respaldados por gran cantidad de documentos. Por ejemplo, en los capítulos XV, XVI, XVII y XVIII, menciona una serie de datos tomados de los documentos, a partir de los cuales se dedica a “elaborar los hechos que encuentra en bruto”, tal como establecieron Langlois-Seignobos en su Manual.
Así pues, el autor define su objeto historiográfico como un conjunto de “hechos históricos elaborados” a partir de los “hechos en bruto” encontrados en la documentación utilizada. Como consecuencia de ello la concepción del tiempo que subyace en la obra se basa en la cronología, entendida ésta, según M. Sato, citado por Aróstegui, como “un método para ordenar el tiempo y situar los eventos en la secuencia en que ocurren”. Los acontecimientos son presentados en la misma siguiendo una línea secuencial de fechas, que van desde la más remota, hasta la más reciente. El autor comienza en el primer capítulo con una especie de antecedentes, que se remontan a 1532. En esos antecedentes se destaca la presencia hispana en los llanos de Guárico, para continuar con la acción de los padres Misioneros en ese mismo ámbito: sigue con la fecha de 1650, en la que arribaron a Venezuela los primeros religiosos de la orden Franciscana-Capuchina. Continúa relatando las actividades de éstos, y se refiere a otra fecha hito, como es la de la fundación de la Villa de San Carlos de Austria, en 1678. Y así prosigue con su repaso de acontecimientos y fechas, hasta el último capítulo, que culmina en 1802. Un recuento que hace el autor de la fundación de pueblos a finales del siglo XVII por los Frailes, ilustra cómo concibe y utiliza el tiempo cronológico en la generalidad de la obra. En la página 23 cuenta: “Entre ellas (las jornadas misioneras) estuvo la de Fray Pedro de Belicena en 1666, que incursiona por el río Pao y llega hasta el Tiznados... Con indios recogidos funda el pueblo de Paraima y allí muere flechado por ellos. En 1690 Fray Ildefonso de Zaragoza navega sin escolta por el Apure hasta la desembocadura del Guárico y encuentra muchos indios que no pudo reducir”. Inmediatamente, en el siguiente párrafo escribe:
“Poco más tarde se inician los poblamientos de naturales en las propias tierras del Guárico. Fray Buenaventura de Vistabella y Fray Arcángel de Albaide realizaron en 1690 el fallido intento de poblar en Camaguán. En esos años siguientes fundan varios pueblos de duración más o menos efímera. Camatagua en 1693, El primer Calabozo, Jesús Nazareno de Calabozo, en 1695. Guanayén, en 1696. San Diego de los Aceites, en 1697. San Pablo de Guárico, en 1699.”
La totalidad de acontecimientos que va detallando a lo largo de todo el trabajo, los va presentado en ese mismo orden cronológico. Cada capítulo es una continuación cronológica del precedente, con su respectiva ubicación en fechas y años, etc. Se nota claramente que asimila el tiempo a través de la concepción newtoniana comentada por Aróstegui: “...flujo temporal en cuyo seno se desarrollan los acontecimientos”.
Como el autor concibe el tiempo como cronología, en la obra no se percibe un esfuerzo por establecer, dentro del lapso en el cual transcurren los acontecimientos narrados en la obra, una periodización o periodificación, por lo menos a la luz de lo que Aróstegui llama “espacio de inteligibilidad”, o articulación de los “tiempos diferenciales”. Sólo en el citado capítulo XVIII, el autor asoma la existencia de una época, cuando se refiere a la política introducida en España por la Dinastía Borbón, porque ni siquiera en los casos en los que se pudiera inferir la existencia de un período en la vida de la Villa de Calabozo, en la citada centuria, como el ascenso a “Villa Eximida”, los aborda el autor más allá del simple relato de un hecho ubicado en la cronología.

LA EXPLICACIÓN EN LA OBRA VILLA DE TODOS LOS SANTOS DE CALABOZO.
La presentación del autor y su obra al principio de este trabajo puede ser útil al momento de realizar un intento de identificar el tipo de explicación que éste realizó en el libro que estamos analizando. Si tomamos en cuenta algunos detalles de su vida, como los siguientes: Lucas Guillermo Castillo Lara estudió en varios colegios católicos, fue embajador de Venezuela en el Vaticano, tuvo un hermano Cardenal, miembro del Colegio Cardenalicio de Roma, podemos inferir que nuestro autor estuvo ligado a la Iglesia Católica, lo cual es importante, porque nos permite visualizar su posible formación ideológica. Esto a fin de considerar lo que algunos investigadores, como Fredy González denominan “Lugar Epistemológico”, cuya idea “...está asociada con su historia de vida, su formación personal y profesional, así como también con las huellas que hayan dejado en él sus vivencias y demás experiencias vitales como ser humano...” Aunque este concepto se aplica generalmente al investigador cualitativo, consideramos que también sería de utilidad para clarificar algunas posturas de un historiador en el momento de presentar el producto de su investigación, como creemos, es el caso que nos ocupa.
En la obra estudiada se puede percibir la utilización de una explicación de carácter Teleológico. El autor considera que es la acción de los hombres, principalmente los Frailes Franciscanos-capuchinos, la que impulsa los cambios históricos abordados en su libro. En un párrafo del capítulo XV se percibe claramente esa intencionalidad de los individuos en la materialización de un hecho histórico:
“Transcurren veintitantos años de su erección parroquial y Calabozo recibe su espaldarazo definitivo. En 1774 el Rey le concede Título, Dignidad y Escudo de Villa eximida. La siembra venía de atrás, de una pequeña semilla que amorosas manos franciscanas colocaran junto a una sencilla cruz, en la tierra fértil de unos hombres con vocación de hacer y construir.”
En toda la extensión de la obra, el autor destaca esa acción humana como móvil de los acontecimientos; sin embargo, esa acción humana no representa, según se puede percibir y se pretende demostrar aquí, una causa, sino una “cuasi-causa”, como sostiene von Wright, ya que se puede notar que el autor le da más importancia a algo que podemos identificar como una causa final, que en este caso es la voluntad de Dios. Para él los hombres actúan, para decirlo con palabras de Aróstegui, “...para cumplir un “destino” que no es definible en los términos de sus propios objetivos intencionales.” La homeostasis se hace presente en esta obra, a partir de la regulación de los fenómenos estudiados, dentro del orden establecido por Dios. Y cuando hablamos de una acción humana que va más allá de “sus propios objetivos intencionales”, nos estamos refiriendo a que según al autor, lo que guiaba a aquellos hombres, Frailes o no, era su “inquebrantable fe cristiana.”
Creemos percibir como una constante en el libro estudiado, el modelo de explicación historiográfica señalada. En las páginas 31 y 32 escribe el autor: “Pero la fe inquebrantable de hacer y realizar se mantiene firme y van seguros a la realización de su ideal.” Más adelante, en la página 37, se refiere a la voluntad de Dios como causa última de los acontecimientos: “La semilla evangélica sembrada por los dos frailes, en su expedición del año 1721 por el Orinoco, comienza a retoñar. Venía por esos caminos que Dios escoge a veces para cumplir sus designios”. Ya en la Introducción de la obra, utilizando un lenguaje poético, Castillo Lara anuncia lo que será el tratamiento que dará a la explicación de su trabajo: “Todo pasaba y repasaba, hasta que llegó el momento, uno marcado por Dios, el 1º de febrero de 1724. Entonces fue la Villa de Todos los Santos de Calabozo”. Y para finalizar su trabajo remata con el siguiente párrafo: “Así fue la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria y Todos los Santos de Calabozo. Así seguirá siendo por la voluntad de sus hombres y la gracia de Dios”. La voluntad de los hombres supeditada a la voluntad de Dios, es decir, ésta como causa última de aquella. Vista la cosa de esta manera, se percibe claramente la utilización de una explicación Teleológica.
LA REPRESENTACIÓN EN LA OBRA LA VILLA DE TODOS LOS SANTOS DE CALABOZO
Tal como se ha insinuado en otras partes de este análisis, el autor hace uso de la narración para comunicar su trabajo. La trama del relato sería aquí la fundación y desarrollo de la Villa de Calabozo durante setenta y tantos años del siglo XVIII. La estructura narrativa que presenta el libro en cuestión da a entender la coincidencia de esa estructura con la historia que pretende representar. Cualquiera que lea la obra entenderá que así como lo cuenta el autor, se desenvolvió la realidad social que debe ser su referente empírico. Podríamos preguntarnos ¿Qué diferencia en estilo se pueden establecer con un relato de ficción, novela o cuento, en el siguiente párrafo de la obra objeto del presente estudio:
“Ese mismo año Fray Salvador de Cádiz y Fray Bartolomé de San Miguel inician sus correrías apostólicas. Ambos van a ser compañeros inseparables en muchas aventuras misioneras. El primero salió de San Carlos hacia las riberas del río Pao, con solo dos indios de guía. Entre las bocas de este río y el Portuguesa encontraron ranchados unos indios Guamos, de los cuales logró reducir sesenta y siete. Los persuadió a poblarse en el sitio que escogieron, nombrado la Concepción del Pao, en las riberas del dicho río.”
Este es el lenguaje utilizado por el autor en toda la extensión de la obra. Es lo que han denominado narratividad, la cual es, según Aróstegui “...el desarrollo y concreción en la obra de esta estructura común del discurso narrativo, sea o no de ficción.” El autor seguramente consideró, como muchos historiadores de los años setenta, de antes y de después, que el discurso narrativo contenía en sí mismo la temporalidad, y que por ello mismo, era el más adecuado para representar la historia. O quizás pensó como Paul Ricoeur, que “la función narrativa, en la que se insertan tanto la histori(ografí)a como la ficción, es la expresión de la historicidad”. Quizás no lo pensó pero tal vez lo intuyó.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Tal como observamos en la presentación del autor, la preparación académica de éste en la ciencia historiográfica se redujo a sus estudios en Ciencias Políticas y Sociales. No presenta en su Currículo estudios de Historia, ni en pregrado ni en postgrado; tampoco presenta experiencia docente en la Educación Superior, ni en otro nivel. Lo que sí presenta es un contacto con repositorios y una relación con las Academias, lo que hace suponer una posible influencia de autores como Arturo Uslar Pietri, Guillermo Morón o José Luis Salcedo Bastardo, entre otros. Por lo antes expuesto podría inferirse que la preparación historiográfica de Lucas Guillermo Castillo Lara fue, en gran parte autodidacta; lo cual no le resta ningún mérito a este historiador tan prolífico, premiado y celebrado; pero sí nos puede ayudar a caracterizarlo a la luz de la práctica historiográfica venezolana.
Por la profusa utilización de documentos en la realización de la obra estudiada, y por el tratamiento que le da a la información, podríamos pensar que estamos en presencia de un historiador de tendencia positivista o neo- positivista, al estilo de Edward H. Carr; pero su obra presenta otros elementos, como el tratamiento que le da a la explicación según el modelo Teleológico, en donde la causa última del cambio social es la voluntad de Dios, y su formación religiosa, que nos inclinan a opinar que nuestro autor manifiesta influencias de varias corrientes historiográficas, pero presentando rasgos dominantes del Positivismo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Academia Nacional de la Historia. Boletín Nº 312. Tomo LXXVIII. Octubre-Noviembre-Diciembre de 1995.
Aróstegui, J. (1994). La Investigación Histórica: Teoría y Método. Barcelona: Crítica.
Castillo Lara, L. G. (1996). Villa de Todos los Santos de Calabozo. El Derecho de Existir Bajo el Sol. Calabozo: Ediciones Fundación Carlos del Pozo.
González, F. (2000, Marzo). Apuntes Acerca de Algunos Conceptos Básicos de la Investigación Cualitativa. Jornada de Revisión y Lectura de Trabajos Finales presentados como Requisito Parcial de Evaluación por los Participantes del Programa de Doctorado de la UPEL Maracay. Maracay.
*Profesor universitario e historiador venezolano.

LA EXPRESIÓN DE UN MUNDO IMAGINARIO


Daniel R. Scott*

Cuando recorras las páginas de las grandes obras literarias de la humanidad, cuando en ellas recojas la experiencia de quienes las escribieron, y el secreto de la belleza que llama a tu corazón para ennoblecerlo, recuerda tu deuda para con sus autores. Trabajaron para ti
Braulio Pérez Marcio

Soy el dueño absoluto y soberano de una mañana que pienso dedicar a la lectura. Sigo con "De amor y de sombra" de Isabel Allende, la misma que en una entrevista respondió: "Mis raíces no están en un lugar; están en la memoria, en los libros y en las cartas que escribo, ahí se va haciendo la vida". Pero que no se me vea como un holgazán entregado al ocio improductivo. Hasta hace poco tenía las mañanas tan ocupadas que no me quedaba tiempo para leer ni una sola letra del abecedario: vendía yogur casero para incrementar mis exiguos ingresos. Me podías ver calle arriba y calle abajo ofreciendo el manjar originario de Asia. "¿Sabías que el yogur no tiene ni cien años en Occidente?", le decía yo a mis clientes más cultos. "Se popularizó en el siglo XX gracias a los estudios científicos de un tal Metchnikov (premio Nobel de medicina 1908) que lo asoció con la longevidad de los pueblos que lo consumían". El cliente ponía ojos de huevos fritos y me compraban la mercancía no tanto para comerlo como para sentirse intelectualmente importantes. También contaba la historia de como el ángel Gabriel se le apareció un buen día al patriarca Abraham y le dió personalmente la receta del yogur como afrodisíaco y para curar la infertilidad masculina. Y me lo volvían a comprar. Les parecía increíble que detrás de algo tan prosaico como la compra y la venta existieran historias tan interesantes. Ardid publicitario el mío. Mercadotecnia barata. Es que estos sueldos mínimos en verdad son mínimos, tan mínimos que como se dice en el argot popular, "hay que rebuscarse o matar tigritos". Salía pues con mi mercancía a la calle y no hubo persona que no degustara el producto ni institución donde no colocara al menos diez, logrando de ese modo un dinero extra que siempre fue bien utilizado y disfrutado. Pero, ¿cómo seguir en el negocio si desapareció la leche del mercado? Y cuando al fin aparece, no sabes cuando ni donde, y yo no me destaco precisamente por el dominio de las artes adivinatorias para llegar al lugar y al momento justos, cuando descargan el preciado artículo en la "Tierra Santa" de los supermercados y mercales. Y si acaso llego al lugar, resulta ya se la han llevado toda, y yo me quedo desolado viendo los anaqueles vacíos. Asi pues que aquí me tienen, echado en la cama y con una obra literaria en el pecho, esperando que la reforma constitucional con sus tonos carmesí logre colocar un vaso de leche en la mesa del venezolano o me permita reactivar mi industria.
Solo. Nada me perturba. Allá abajo se oye el correr del río contaminado. Estoy en la casa del profesor Leal, un inmigrante español de ideas radicales. Estuvo involucrado en la guerra civil española. Uno de sus hijos llega de visita y se lo anuncian. Su padre, sorprendido de tenerlo tan temprano en casa un día sábado, le preguntas si le sucede algo. "Nada viejo", responde el hijo. "Tengo ganas de tomar un desayuno decente preparado por mamá". Detuve abruptamente la lectura aquí. De repente me sentí representado e interpretado por el personaje y me encontré diciéndome a mí mismo: "Sí, es una buena idea: quiero tomar un desayuno preparado por mamá". Mi esposa salió tan apresurada hoy que apenas pudo dejar sobre el reverbero de dos hornillas una olla de café. Una media hora más tarde ya estaba en la vieja casa de mi infancia, comiendo y charlando con mamá. Y las palabras que destilaba nuestro coloquio me sabían a arepa frita, a huevos revueltos y a café con leche.
Se dice que la novela es el relato de una historia de ficción, relatos de cosas acaecidas en un mundo imaginario. Sin embargo es algo más profundo que eso: como el escritor toma para redactar su obra la materia prima de la realidad y de lo posible, es factible que nosotros, sepámoslo o no, personifiquemos esa ficción y la transformemos en una historia viva. Para unos pocos elegidos y desventurados la novela es el guión que se les dió para memorizar y representar en los escenarios del mundo. Quizá en eso pensaba José Sant Roz cuando describía a su hermano, el escritor Argénis Rodríguez: "El día que descubrió que un libro lo podía cambiar a uno, lo podía armar caballero, hacerlo el más poderoso de la tierra, el más noble y el más criminal si se daba el caso, entonces no quiso sino leer y escribir". De lo cual deduzco que podemos "reescribir" una joya cualquiera de la literatura universal con la tinta y el papel de nuestro andar diario, con el "yo y mi circunstancia" de José Ortega y Gasset, imprimiendo de esa manera un "libro viviente" sobre las bases de nuestras acciones existenciales. En mi caso yo hice palpitar con un latido de mi propia existencia a tan solo doce palabras contenidas en una oración que abarcan apenas dos líneas de la página 35 de una novela contemporánea.
Se puede definir a la novela. Serían muchas las definiciones y de muy diversas fuentes. Pero por muy exactas que sean jamás podrán expresar su impacto y significado en la vida de un lector cualquiera. Lo inefable es difícil de encadenar dentro de los muros de la palabra oral o escrita.
*Bibliotecario y escritor venezolano.

lunes, 17 de marzo de 2008

CUESTA ARRIBA EMITIR MÁS DEUDA *

Gustavo Gil

Por ser un año electoral, el Gobierno terminará incrementando el gasto pero la percepción del riesgo país que ha registrado un ascenso de 560%, hace casi imposible lograr dinero fresco del mercado financiero internacional
Para ponerlo en términos de Grandes Ligas: como vaya Magglio, así irá Detroit y como vaya Pdvsa, así irá la deuda pública externa venezolana.
Pero hay una notable diferencia ahora que favorece a los Tigres: si se cae el falconiano pueden recurrir a Cabrerita. Si se cae la petrolera ¿quién podrá defendernos? La situación de endeudamiento es extremadamente crítica, si se toma en cuenta que, según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), del total de ingresos fiscales que sumaron la cantidad de 651.649 millones de dólares, en los últimos 9 años, 441.835 millones de dólares corresponden a los saldos petroleros, lo cual representa 67%.
El panorama de la deuda interna es el más desolador por cuanto pasó de 2,5 billones de bolívares, en 1999 a 36 billones de bolívares, al día de hoy, lo cual representa un crecimiento de 1.322% En el plano de la deuda externa el saldo es de 27.288 millones de dólares, un incremento de 17%, si se compara con el saldo que había en 1998 que era de 23.311 millones de dólares. La totalidad de la deuda pública es de 44.032 millones de dólares.
Las reservas internacionales, según cifras ofrecidas por el BCV al 13 de marzo de este año, ascienden a 31.344 millones de dólares, 3.939 millones de dólares menos que el saldo existente a principios de año cuando el país contaba con 34.283 millones de dólares.
El stock de reservas internacionales brutas (RIB) del BCV disminuyó en 1.320 millones de dólares, con lo cual el saldo de las RIB se ubicó en 30.862 millones.

EL MEJOR PAGADOR
El experto economista y ex director del BCV, Domingo Maza Zavala, hace un recuento histórico y señala que Venezuela se ha caracterizado por ser un excelente pagador de sus saldos con la banca extranjera y los organismos multilaterales.
–Incluso en su peor época, cuando gobernaba Lusínchi, con el barril de petróleo a 7 dólares no se dejó de pagar ni un solo día, el servicio de la deuda externa. En el gobierno del presidente Chávez, 28.000 millones de dólares han sido cancelados por amortización de estos saldos externos y todavía debemos precisamente un saldo similar, lo cual quiere decir que ha habido un refinanciamiento automático. Durante estos nueve años que lleva el período presidencial actual, el país ha pagado poco más de 17.000 millones de dólares, solamente por concepto de intereses–, dice Maza.
"Venezuela tiene, en estos momentos, un gran problema para seguir emitiendo deuda externa debido a la calificación de riesgo país que se disparó 560%", dijo Jesús Casique, presidente de Capital Market Finance.
Precisamente, la firma calificadora de riesgo JP Morgan ha informado que el riesgo país de Venezuela llegó a 524 puntos.
–Este es un año electoral y por las informaciones que tengo, el gobierno pretende emitir deuda este año con unos cupones que tendrán que ser colocados por lo menos entre 8,5% y 9%, esta emisión va a ser mucho más costosa que la emitida en 2007–, afirmó Casique.

Salvo el año 2007, la balanza de pagos ha sido positiva. En esa fecha, las cuentas resultaron con un déficit de 6.000 millones de dólares, pero a partir de allí, el país no ha tenido necesidad de recurrir a empréstitos externos, "por razón del peso determinante del ingreso por concepto de exportación petrolera", afirma Domingo Maza Zavala.
"A pesar de las transferencias al Fondén, las reservas internacionales están en 31 millardos de dólares.
Maza acota que el gobierno ha obtenido también una gran cantidad de recursos por intermedio de los ingresos tributarios, por lo que tampoco ha sido perentorio recurrir a endeudamiento interno.
–La gestión fiscal de crédito público puede ser mejor entendida desde un punto de vista de la llamada política de estabilización. El gobierno ha creído prudente utilizar estos instrumentos para moderar la liquidez monetaria que es un factor importante en la lucha contra la inflación–, añade Maza, quien se refiere a la emisión de las notas estructuradas y los bonos como un mecanismo para extraer dinero del circulante y moderar, al mismo tiempo, las cotizaciones en el mercado paralelo de divisas.
PDVSA AL BATE
Tanto Maza como Casique coinciden en que la situación del flujo de caja de la petrolera estatal es preocupante.
"Venezuela no ha tenido problemas en su balanza de pagos que obligaren a recurrir al endeudamiento externo, pero en el caso de Pdvsa conviene hacer una consideración especial. El endeudamiento de la empresa petrolera no obedece a operaciones normales de apalancamiento o de flujos de caja sino que obedece en realidad, a un desequilibrio financiero que viene a acentuarse ahora porque ha sido recargada con costos que no le corresponden, por la vía de las misiones sociales que entorpecen la operación petrolera y además introducen elementos perturbadores en su sistema financiero", advierte el experto venezolano.
Por su parte Casique llamó la atención sobre el hecho de que el gobierno haya solicitado un crédito adicional por 7.500 millones de dólares destinados a atender servicios de refinanciamiento de la deuda externa. "Esto evidencia los problemas del flujo de caja de la petrolera estatal que redujo sustancialmente sus aportes por concepto dividendos, impuestos sobre la renta y regalías", indicó el experto financiero y directivo del grupo Capital Market Finance.
*Tomado de: TalCual, Lunes 17 de Marzo de 2008, Pags. 16 y 17 (Caracas, Venezuela)

VENDEN PETRÓLEO DEL SUBSUELO*


José Suárez Núñez

Pdvsa cree que la producción de la Faja lo sacará de deudas. Mientras, vende residuales y petróleo a "futuro" que no ha producido a precios módicos para tener dinero en la "caja chica"

E
l año 2006 la empresa comercial Petróleos de Venezuela S.A registró una ganancia neta de $5,4 millardos, le debían $3,6 millardos y debía $6,3 millardos con un precio promedio del producto que vende (exportaciones de petróleo) se cotizó a 56, 35 dólares el barril.
El año pasado (2007) el negocio ha ido empeorando, porque la ganancia neta de Pdvsa bajó a $3,5 millardos, le deben $7,5 millardos y debe a los suplidores $10,4 millardos de dólares y el precio promedio de las exportaciones fue de $64, 95 dólares, un incremento de $8,60 por barril.
Haciendo la comparación con cifras oficiales: ganó menos, le deben más, debe más y precio del barril subió $8,60, del 2006 al 2007.
Si le deben más es claro que es un mal cobrador, si debe más se identifica como más gastador... y no se trata de que el producto sea malo, porque subió de precio y todos los compradores buscan petróleo como "palito e’ romero".
Esos resultados poco atractivos ha tenido la compañía de agresivas políticas de endeudamiento, y para resolver el flujo de caja negativo, que se niega continuamente. A partir del año pasado comenzó a vender "petróleo a futuro", que es vender el petróleo que aún está en el subsuelo, una de las más perniciosas prácticas en este negocio, en momentos donde no hay señales de que los precios bajen.
La primera transacción conocida la realizó Pdvsa con las empresas japonesas Marubeni y Mitsui, recibiendo un préstamo de 2.5 millardos de dólares que Venezuela pagará con petróleo. Hace meses que las firmas japoneses están levantando el crudo de las terminales venezolanas.
Posteriormente negoció con China un fondo binacional de 6 millardos de dólares entre los dos países, y según la publicación Platts será cancelado con petróleo.
Trascendió en la comunidad financiera europea, que Venezuela estaba interesada en un financiamiento de 10.000 millones de dólares que pagaría en petróleo. La noticia se filtró porque la operación sería con un pool de bancos, que liderizaba The Royal Bank of Nova Scotian y Credit Suisse, donde está involucrada la firma Glencore, el mayor trader mundial en materias primas, como receptor de los crudos.

LA LICITACIÓN
La jugada financiera más pintoresca se develó cuando la industria petrolera nacional convocó a una licitación de ocho cargamentos de fuel oil (residual) de alto contenido de azufre en el mercado mundial, equivalentes a 2 millones de barriles para el 5 de febrero, por el que advertía que los interesados debían pagar al día siguiente de la apertura de la oferta, 1.000 millones de dólares. Este estereotipado negocio proyectó en el mercado mundial que Venezuela necesitaba dinero con urgencia.
La licitación quedó desierta, pero PetroChina que es un importante jugador en el mercado de residual de Singapore, el más importante del mundo, aceptó los dos millones de barriles y se ubicó en la posición de dominio de ese mercado asiático, según dijeron los traders a la revista Platts.
PetroChina, la gigantesca empresa estatal china, ha marcado un precedente en el mercado vendiendo en los últimos días 17 cargamentos de residual de alto contenido de azufre. Los expertos advierten que las ventas seguirán con agresividad.
Aseguran que PetroChina pagó los 1.000 millones de dólares que necesitaba Venezuela, asegura Platts, y aunque previamente había acordado un préstamo de 4 millones de dólares del China Development Bank, el cual será pagado con petróleo.
No ha trascendido el precio que PetroChina pagó a Pdvsa por este barril "nervioso" de residual que tendrá la depreciación del costo flete de una travesía de 45 días.
En seminarios, reuniones de ingenieros, geólogos y geofísicos y en los sindicatos es parte de la agenda hablar de las gestiones erradas de Pdvsa, donde la política está primero que el aspecto comercial. Obviando los accidentes de las refinerías, los desembolsos que no se hicieron oportunamente están creando esa sobreoferta de fuel oil, y carencia de gasolinas, diesel y combustible de calefacción.
Venezuela desde el 2003 debió haber iniciado las modificaciones en refinerías como Amuay y Cardón. En la actualidad, aunque la dieta a las plantas no se ha reducido, la producción de residuales se ha incrementado y ha bajado la producción de productos blancos, como la gasolina, diesel y otros productos y componentes, mientras la demanda del mercado interno ha subido.
La respuesta es que Pdvsa importa de 30.000 a 50.000 barriles diarios de `componentes’ para terminar el proceso de fabricación de las gasolinas, y estos alquilatos y Mtbe tienen un precio mayor que el crudo. Esa importación cuesta entre 5 a 6 millones de dólares diarios.
Técnicos de mercadeo y refinación señalan que Amuay procesa cada día unos 500.000 barriles diarios y Cardón alrededor de 270.000 barriles diarios y podrían bajar la carga y eliminar unos 100.000 barriles diarios para venderlos como crudos en el mercado internacional. Con ello, de Pdvsa, saldrían menos residuales.
Dijeron que el mercado que los puede absorber está en el Golfo de México, y ahí se tropiezan con la estrategia política del gobierno de salirse de `la dependencia de Estados Unidos’ y van a otros mercados, como el asiático. Pero en el golfo de México pagan mejor y se economizan el alto flete, pero no lo hacen.
La industria debió invertir unos 2 millardos de dólares para hacer varias reformas en las refinerías de Amuay y Cardón, y quitarse el cuello de botella del exceso de residuales. Un ejemplo aislado que ponen los técnicos, es que a través del acuerdo con Ecuador, las refinerías venezolanas están recibiendo crudo pesado ecuatoriano Napo en la carga de las refinerías y el rendimiento de residuales es mayor. En contraste, Pdvsa entrega productos.
Los malos negocios abundan. El diesel que va a Bolivia es comprado a los traders, al igual que el fuel oil para Argentina, es comprado en el mercado porque el venezolano tiene mucho azufre.
Los envíos a Cuba subieron de 93.000 barriles a 170.000 desde que se reformó la refinería de Cienfuegos y la factura de "solidaridad" de más de 300.000 barriles diarios, nadie sabe el estado de pérdidas y ganancias.
*Tomado de: TalCual, Lunes 17 de Marzo de 2008, Pag. 14 (Caracas, Venezuela)

domingo, 16 de marzo de 2008

CABALGATA HISTÓRICA DE LA CAMPAÑA DEL CENTRO


Ítalo Jiménez Laya*

En el marco de conmemorarse un año más de esta Batalla, y en donde para esta fecha 12 de Febrero se han preparado unas series de actividades conmemorativas, la cual se ha denominado la Cabalgata Histórica Turística “La Campaña del Centro”, bajo los auspicios del Municipio San Gerónimo de Guayabal, Camaguán y Francisco de Miranda y sus Alcaldes Dr. José Gregorio Pérez, Lic. José Manuel Vásquez y Dr. Teófilo Rodríguez, partiendo de Guayabal el día 08/02/08 llegada 12/02/08, se hace propicio el momento para hacer alusión a varios aspectos históricos que marcaron pauta dentro del proceso independentista de Venezuela, llevado acabo por nuestros patriotas, y en donde el sur del Guárico fue el escenario de esta proeza.
Es notorio que en Calabozo se escenificó la Gran Batalla un 12 de Febrero de 1818, efectuada al frente de Calabozo en el terreno del actual Aeropuerto de esta ciudad. Según los historiadores de la época esta acción militar pudo haber tenido una importancia parecida a la segunda Batalla de Carabobo. La noche del 11 de Febrero de 1818, el General Simón Bolívar se encontraba pensativo recostado en su hamaca, preparando la estrategia a seguir para enfrentar y vencer al caudillo General Morillo. Los patriotas Páez, Santander, Urdaneta, Sedeño, Monagas y Plaza, añoraban con mucha fuerza el futuro enfrentamiento con este General; pero José Antonio Páez, como llanero al fin, sentía recelo, y mantenía una plena desconfianza en los Calaboceños, y Guariqueños. Pensaba que una vez derrotado Morillo en ningún momento los habitantes de estos lares se abocarían a la causa Libertadora, esta misma gente era la misma que había combatido al lado del Rey comandado por José Tomas Boves, y no se sabe por que el caudillo Apureño nunca confiaba en los hijos de la Villa de Todos Los Santos de Calabozo. El Libertador aquella noche durmió tranquilamente, a pesar de estar en compañía de una tierna morena Gregoria Camacho, le atizó el sueño al guerrero, más bien el salvaje y hembrero olor de la sacrificada de turno, le provocó un tremendo ataque de tos que solo pudo calmarlo el brebaje de miel y limón caliente servido por su mayordomo.
Realmente esta Batalla no fue cruenta comparada con la de Mosquitero, resolviéndose con varias y movidas escaramuzas, logrando el objeto de conquistar la Plaza de Calabozo con mucha facilidad. Luego de este acto el ejército realista huye hacia el Sombrero, pasando por el camino real de la Uriosa, esta tiene un significado histórico ya que pudo haber cambiado el curso de la historia de no ser por aquel maldito error de recorrido del ejército patriótico (escogieron otro camino), en la búsqueda de Morillo, hacia el calvario.
La Campaña del Centro se iniciaba por lo Llanos de Calabozo, y así se extendería todas sus operaciones hacia todo el Territorio Nacional. Este plan lo concebía el Libertador de concretar unos 7.000 hombres provenientes de diferentes regiones del país. Mientras tanto Morillo se preparaba para atacar a Guayana y Apure, e impedir la unión de Simón Bolívar con Páez.
LA HAZAÑA DE JOSÉ ANTONIO PÁEZ
Estando Bolívar en Guayana se preparaba a poner en práctica un plan para buscar a Morillo en el lugar que se encontraba y batirlo. Se pone en marcha hacia Apure lográndose la reunión entre los dos jefes patrióticos, Bolívar y Páez; un 30 de Enero de 1818, en el Hato Cañafístula, reconociendo Páez a Bolívar como el Jefe Supremo. Este transitar en silencio que realizó el Libertador por caminos intransitables representó una verdadera hazaña, incorporando sus hombres a las tropas del General Páez; preparándose así para buscar a Morillo que se encontraba en Calabozo. Estando los dos jefes a la orilla del río Apure, José Antonio Páez le propone tomar las Flecheras con caballería, pero Bolívar no creía en esta proposición y le contesta:
“…será con caballería de agua, porque con la de la tierra no se puede hacer tal milagro”. El General Páez sigue insistiendo y convence al Libertador de acercarse al Rio Apure, no creyendo todavía, que es una broma lo de Páez. De inmediato selecciona dos columnas de 25 hombres cada una al mando de los Coroneles Francisco Aramendia y José de la Cruz Paredes, se lanza el llanero al frente, nadando, y cruzando, logrando tomar catorce embarcaciones; solo le quedó al Libertador Bolívar exclamar: “Si no hubiese presenciado este hecho no lo hubiera creído…”
*Cronista venezolano.

miércoles, 12 de marzo de 2008

EL OCASO DE UNA LARGA INCREDULIDAD


Daniel R. Scott*

Papá está sentado a mi lado en su silla de ruedas, mirando hacia el jardín y mucho más allá, quien sabe donde o a qué época o a qué recuerdos. A los noventa años el presente es el calabozo asfixiante y los recuerdos tan infinitos y poblado de estrellas como el universo. Como estoy leyendo la Biblia y sé de sus interrogantes reales no pierdo la oportunidad y le leo Juan 11:25: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi vivirá, aunque muera". Papá nunca ha creído en estas cosas pero son precisamente estas cosas las que algunas almas a veces anhelan escuchar cuando se está en los umbrales de la muerte. Aquí la Ciencia y la Filosofía carecen de respuestas y parecen enmudecer. ¿Será ese el caso de mi padre? ¿Como se lo tomará? Antes de leer vacilé un poco. "Un cura me dijo cuando yo era joven que no perdiera el tiempo leyendo la Biblia" me dijo una vez con orgullo. "Es una colección de fábulas". Vaya cura. Un cura stalinista. Y los roces de los Scott con el clero a principio del siglo XX fueron desagradables y poco cordiales. "Los curas se ocupaban solo de criticar las costumbres rurales de los fieles y de expulsar del pueblo a cuanto protestante se le ocurriera vocear sus doctrinas heréticas por las calles o casas" me decía papá, y a continuación me contaba el episodio de aquel pobre protestante perseguido por una turba armada de piedras y palos encabezada por el cura de turno: "El pobre hombre se salvó porque tu abuelo, junto a otros ciudadanos, lo resguardaron a sus espaldas mientras hacían un llamado de calma a la turba enardecida". En materia de religión e ideas, La San Juan de los Morros de a principio de siglo no era muy avanzada ni tolerante.
Papá solía referir entre risas un incidente que ilustraba la relación tensa y desagradable de mi familia con el curato en la década de los años diez y veinte: "En una oportunidad mi tía entró a oír misa vestida de una manera considerada indecorosa para la época: un traje que insinuaba y apenas ocultaba la piel de sus hombros. Algunas devotas y rezanderas se escandalizaron y murmuraron bajo sus velos y detrás de algún abanico. Entonces el cura en su homilía arremetió contra aquellas personas ("mujeres", recalcó) que entraban a la casa de Dios sin observar las más elementales normas del decoro en su vestimenta. Mi tía permaneció impasible y atenta durante todo el sermón, sin dar señal de emoción alguna. Los presentes le echaban miradas por el rabillo del ojo: no se podía adivinar que pensamientos o sentimientos se ocultaban detrás de su rostro que parecía más bien una máscara. Terminado el oficio religioso mi tía se arrodilló, se santiguó y salió de un recinto sobrecargado de imágenes llorosas de santos, vírgenes y cristos, quedándose de pie a un costado de la iglesia, meditativa, como esperando a alguien. Entonces el cura cometió un gravísimo error: salio a saludar a algunos feligreses, pero en lugar de saludos se encontró de frente con una mujer enfurecida que le propinó una golpiza tal que el representante de Dios aquí en la tierra terminó rodando por los suelos con todo y sotana; allí mi tía terminó de descargar su furia dándole varios puntapié. Algunos buenos samaritanos tuvieron que rescatar al pobre clérigo de las manos de esa fiera". Y terminaba de contar papá, orgulloso y muy complacido, que su tía gritaba: "¡Allí dentro no le hice nada porque es la casa de Dios; pero aquí afuera usted es un hombre como cualquier otro!".
Esta misma mujer fue la que se abrazó al cuello del caballo donde huía un tal Varela, asesino de su hermano Andrés Rafael Scott. Como el animal iba muy al galope como para ser detenido esta mujer ordinaria y aguerrida no vaciló ni un instante y saco del cinto un puñal con el que intentó degollar a la pobre bestia que nada tenía que ver con el homicidio. Era la única manera de detener al criminal que mató muy malamente y por encargo al hermano de mi abuelo. Pero de eso hablaremos más adelante.
Los Scott, pues, nada tenían que ver con las prácticas y la ortodoxia católicas. En una carta que escribió mi abuelo al Doctor Pedro Miguel Queremel, el 10 de enero de 1918, dice: "Soy admirador de la teoría evolucionista; siempre he creído que el hombre es el progreso de una raza, y esto es honroso, porque venir de un trepador de la selva virgen a ser hombre de ciencia, culto caballero, artesano industrioso, constructor y habitador de ciudades tan populosas como Londres, París y Nueva York, es verdaderamente honroso". De manera que con esos antecedentes ya mencionados no era extraño el espíritu irreligioso y anticlerical de papá, inconcebible, según mi ver, en un hombre que fue co-fundador del Partido Socialcristiano COPEI en 1946. Un socialcristiano que en la práctica era más social que cristiano. Sus modos eran mas bien marxista-leninistas. Ya saben, eso de que el fin justifica los medios. Y me parece a mí que citaba al Benemérito Juan Vicente Gómez cuando afirmaba que los enemigos de sus amigos eran también sus enemigos, tesis reñida con la moral cristiana que yo nunca compartí y que tantas discusiones y resquemores trajo entre nosotros. Siempre pensé que el comunista debió ser papá y no mi tío Horacio. Había una gran diferencia entre ambos: Horacio no creía en la fe o argumentaba en contra de la fe; Antonio se burlaba y se reía de la fe. Se puede dialogar con un incrédulo, pero con la burla es difícil razonar. Pero esta vez, dada su condición de hombre físicamente postrado, quizá se tomara la fe de otro modo. Alguien dijo que no hay ateos en las trincheras, y papá está dentro de una trinchera de la que jamás saldrá vivo: sobre él caen los obuses del peso de los años que debilitan y de la enfermedad que quieren arrasarlo y dejarlo sepultado bajo los escombros de la muerte.
Así que después de leerle la porción bíblica le pregunté: "Papá, ¿crees tu en Jesucristo?". Después de meditarlo por unos segundos dijo que sí, asintió con firmeza y convicción. Fue enfático en su respuesta. Quedé sorprendido. Él, que tanto se burlaba de estos "mitos", como solía llamarlos, ahora rinde su voluntad a ellos. Reflexioné por un instante. ¿Que sucede con el raciocinio cuando la muerte es una posibilidad tan inmediata que se puede palpar con las manos? "Entonces vivirás aunque mueras" le declaré, y a continuación le hablé de Jesucristo con mucho tacto y en los términos más intelectuales que pude, y él aceptó una explicación que en otra circunstancia o etapa de su vida no habría considerado ni por error. Me sentí ante la presencia de uno de los tantos misterios de la naturaleza humana, tan incomprensible, caprichosa y movediza. Lo llevé en la silla de ruedas a su habitación y entré a mi estudio para leer, escribir y meditar. Ante el arcano que representa el más allá, en los umbrales inexplorados e inconquistables de lo desconocido, se desvanece el materialismo y prevalece en algunos contra viento y marea la sed insaciable de prolongar la vida hasta el infinito. Las ansias de vivir son infinitas pero las horas de la vida se desgastan con el uso. Y mientras esto sea así creo que subsistirá la religión, desde la que se vive en las primitivas tribus de la Nueva Guinea Papú, hasta la que se profesa con elegancia en la catedral de Notre Dame. Me consuelo pensando que papá llegó al convencimiento de que el día que la muerte toque a su puerta irá a estar con Cristo, que es muchísimo mejor que vivir crucificado a una silla de ruedas.
Miércoles 27 de Octubre de 2004
*Bibliotecario y escritor venezolano.

EL PÚLPITO DEL PADRE CHACÍN


Alberto Hernández*

(a mi primo Guillermo Loreto Mata)
De los bolsillos del clergyman salían manzanas, peras, mamones, cambures, caramelos, guásimos y toda suerte de golosinas y panes rellenos, en un acto de magia que completaba con su brazo de pitcher desde la planta baja del Liceo “José Gil Fortoul” hasta el cuarto piso donde los de tercer año esperábamos la entrada en los laboratorios.
Cuando hacía entrada el padre Rafael Chacín Soto con su voz de trueno, temblaban los vidrios. Voz de bajo sin orquestación.
1.-
En Valle de la Pascua no había corredor más veloz que yo. Mentira, me superaban mi hermano Luis y Peniche. Viene a cuento lo de mi pasión de atleta porque la más exitosa fue marcada durante varias semanas por la persecución de la que fui objeto por parte de un guapetón, carrera en la que salían a relucir el Teorema de Pitágoras, las Leyes de Mendel y mi pobre madre.
Por esa deportivísima razón caí en manos de Rafael Chacín Soto, cura, filósofo, cronista, loco de perinola, benefactor de los habitantes de la Laguna del Rosario, pedagogo y excelente boxeador, amén de conversador y casi santo, al decir de muchos.
Mi vocación sacerdotal, demasiado precoz, la perdí gracias al padre Chacín:
-Tú no tienes cara de seminarista, no sirves para eso; tienes mirada de mahometano.
Y tenía razón, porque las corvas, curvas y pantorrillas de una adolescente en un poema del Corán son más dulces que una penitencia y un rosario. Aunque todavía me rondan los deseos de ser santo.
2.-
Así, “desvocacionado”, al arribar al liceo, ya tenía conocimiento del padre Chacín, quien no pensaba dos veces para “cuerear” a los muchachos que le salían de la santidad, como lo hizo con mi hermano Perico, extraordinario ejemplar de la provocación conspirativa y del oportuno mangazo en la espalda, hoy convertido en un vital y agradable ángel de la guarda de estas impertinencias que escribo.
3.-
Por estas inclinaciones judeo-cristianas y malquerencias árabes, Rafael Chacín Soto hacía un mercado de ropa para los pobres. En una motico Vespa cargaba con todo cuando encontraba en las tiendas de los mahometanos, como él los llamaba para molestarlos. Una vez cubierta la parte trasera de su europeo y marginal vehículo –casi de tracción sanguínea-, se enfrentaba al tendero:
-¿Cuánto te debo, musulmán?
-Ah, “badre”, usted me debe dos mil bolívares.
Chacín refunfuñaba y respondía:
-Está bien, toma estos quinientos que los demás te los paga Dios.
Y se largaba feliz en el humo y run run de la moto.
Una vez dio un mitin –desde el púlpito- sobre los peligros de creerse “Superman”. Yo sentía que se dirigía a mí, porque en el fondo me parecía a Clark Kent. Entonces entendí que el padre Rafael Chacín Soto tenía algo de humor ceslestial, por lo de Superman que siempre volaba alto, porque Dios sabía que de todas maneras este párroco de La Pascua tenía parte del cielo ganado.
*Escritor, periodista y poeta venezolano.